Desembarqué en este universo pictórico, sin imaginármelo, sin pensármelo, sin preparármelo, nos encontramos por pura casualidad, quizás el destino nos tenía preparado esta unión, como el mejor de los regalos que he podido tener en mi vida.
Hace 3 años que se fraguó, en nuestros primeros pasos, mi timidez y mis miedos, sólo me dejaban deslizar el carboncillo, sobre algún trozo de papel, donde reflejar una mirada femenina o unas sutiles manos, poco más.
Con el paso del tiempo fui adentrándome a la vez que conociendo este regalo, que es la pintura, arriesgándome con retratos, quizás una de las especialidades, con mayor dificultad, obteniendo resultados muy satisfactorios.
Después mi inquietud y sobre todo mi pasión, hicieron que descubrieran nuevos retos, y me decidí por sumergirme en la figura femenina y la naturaleza.
Éstas se han convertido en mis señas de identidad, surgiendo mis primeras creaciones, las cuales mostraban a la perfección, mi forma de ser, de entender este bello de arte, de entusiasmarme, cada vez que cogía un pincel y lo bañaba en óleo, para después, hacerlo bailar en un lienzo y obtener como resultado el mimetismo perfecto entre color, naturaleza y sensualidad, haciéndome sentir libre, desencadenada por fin de mis miedos y ataduras.
Y en ello sigo a día de hoy, intentando no defraudar a esta unión, a este amor por casualidad, a esta locura de dar rienda suelta a mi imaginación, mi creatividad y que ojalá dure hasta la eternidad.
